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El Palacio de Linares |
De
estilo neobarroco el “desconocido” “Palacio de Murga” y la actual “Casa de América” está enclavada en pleno
corazón de Madrid de cara a la plaza de Cibeles. Como dato, os diré que aquí se rodó “La Escopeta Nacional” de Berlanga y su nombre se debe a José de Murga y Reolid y a Raimunda de Osorio y Ortega, los
primeros Marqueses de Linares.
En
1.872 los Marqueses compraron el solar al Ayuntamiento de Madrid, donde
anteriormente se encontraba el depósito de grano que abastecía a la ciudad. Tras
su muerte y al carecer de descendencia, el palacio fue heredado por su ahijada,
que la hija del administrador, Raimunda Avecilla y Aguado.
Al
finalizar la Guerra Civil, el palacio estuvo a punto de ser derruido, hasta que
en 1.976, fue declarado Monumento Histórico y en 1.989, se convirtió en la
actual “Casa de América”.
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Los Marqueses de Linares |
Cuenta
la leyenda que los Marqueses, realmente, eran hermanos. Hacia 1.830, el padre
del Marqués, Mateo de Murga, había mantenido una apasionada relación con una
bella cigarrera de Lavapiés, y fruto de ese amor secreto, nació Raimunda (la
Marquesa), y, el capricho del destino, hizo que José y Raimunda se
conocieran y se enamoraran.
Cuando
el padre del Marqués se enteró, decidió enviarle a Londres para persuadirle de
sus sentimientos, pero sus esfuerzos fueron inútiles, y a su regreso a Madrid,
se casaron.
Fue
cuando falleció Mateo cuando se enteraron de su relación incestuosa, habiendo
encontrado José un manuscrito de su padre en la cual le confesaba la historia y
el por qué de su oposición a la relación. Es en este punto cuando empieza la
tragedia de este joven matrimonio.
Se dice
que los Marqueses al conocer la situación se dirigieron al Papa León XIII
(aunque aquí hay teorías contradictorias y se cuenta que no fue León XIII sino
Pío IX), quien les concedió una bula papal, la denominada: “casti convivere”, es decir, les permitía
convivir bajo el mismo techo pero en castidad, de ahí que murieran sin descendencia,
declarándolo así en su testamento.
Pero,
¿qué pasó entonces con la tremenda herencia?, pues que, como decía antes, fue
la hija del administrador (que existen sospechas de si era hija legítima o
bastarda del Marqués), la que fue declarada heredera universal del título y
fortuna de los Marqueses de Linares.
Algunos
historiadores afirman que la niña Raimunda fue fruto del matrimonio y ocultada
tras conocerse la verdadera condición de los padres, fue llevada a un hospicio
para encubrir el escándalo regresando a palacio con frecuencia en dependencias
aisladas. Está teoría podría cobrar algo de razón teniendo en cuenta que los
Marqueses ordenaron construir en sus jardines una lujosa mansión denominada “casa de muñecas”, por lo que si,
realmente fallecieron sin descendencia, carecería de sentido mandar construir
esa mansión con ese fin.
También
cuentan que la niña Raimunda era hija de los Marqueses y que éstos se la
entregaron a una familia cercana, como sería la familia de los administradores.
Existe
también otra teoría, ésta mucho más macabra, que cuenta que los Marqueses, a
pesar de la bula que el Papa les impuso, no pudieron refrenar sus pasiones y
tuvieron un hijo prohibido que decidieron ahogar y enterrar tras los muros de
palacio.
Sea
como fuere, lo cierto es que los muros del edificio que tengo a mis espaldas,
guardan tantos secretos, que será difícil descubrirlos algún día, y que, una
serie de hechos demostrados han dejado clara la presencia de fenómenos
paranormales, como son melodías de órgano de origen desconocido o apariciones
de un espectro con forma de niña correteando por el salón de baile.
Y
esto es todo por hoy, espero que os haya gustado ésta entrada, y ya
sabéis, con escribir en el buscador “Viajando
con Pat”, podréis seguirme en Blogger, Twiteer, Instagram y Youtube.
¡Hasta
pronto!
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